MEDIO AMBIENTE

SOS PETRÓLEO

Vivimos rodeados de petróleo. Ropa, calzado, electrodomésticos, productos de limpieza, cosmética, ordenadores y algunos alimentos contienen derivados del petróleo. La sociedad actual tiene una fuerte dependencia de este combustible fósil y mientras la demanda mundial sigue creciendo, las reservas son cada vez más limitadas.

Su presencia en nuestros hogares pasa muchas veces inadvertida, pero si apuntásemos en una lista todos los productos que contienen petróleo o sus derivados, seguro que descubriríamos más de un elemento que nos había pasado inadvertido.

Veamos el armario. Ropa fabricada con tejidos sintéticos como el nylon o el poliéster, calcetines, botones, zapatillas deportivas y suelas de zapatos, ropa elástica, lencería, y bolsos de polipiel contienen petróleo. La alternativa cuando es posible: fibras naturales como el algodón ecológico o la lana y ropa y calzado fabricado a partir de materiales reciclados.

El bolso tampoco escapa del llamado oro negro: el petróleo se esconde en las gafas de sol, los teléfonos móviles, mp3, llaveros, bolígrafos, aspirinas. Ya existen algunos teléfonos y dispositivos de música fabricados con materiales reciclados. Se puede optar por gafas de aleación de metal y por medicamentos como los homeopáticos y los antroposóficos elaborados a partir de sustancias naturales como plantas y minerales. Y en el baño: horquillas, gomas, cepillos de dientes y de pelo. Tampones y compresas, maquinillas de afeitar, maquillajes, máscaras de pestañas, pintalabios y quitaesmaltes. En los productos de higiene convencionales como las pastas de dientes, jabones, champús encontramos más petróleo. Lo mismo ocurre con la cosmética convencional. Un tratamiento facial convencional, viene en un envase de plástico fabricado a partir de petróleo y en su fórmula encontramos ingredientes de síntesis derivados del petróleo como parafinas y parabenos.

Vivimos rodeados de petróleo y aunque no siempre encontramos alternativas sostenibles, la buena noticia es que cada vez existen más. Pequeños cambios en los hábitos de consumo por mínimos que sean, pueden suponer sumados, grandes cambios para el planeta.

La opción más saludable y sostenible, por tanto, es optar por cosméticos naturales sin componentes sintéticos y elaborados con materias primas de calidad biológica.

Fuente: 
- Revista WELEDA.
Nº 14 OTOÑO- INVIERNO 2010